“Todos los días son un tesoro, ¿verdad, papá?” Así le decía días atrás la pequeña Nami al esposo de nuestra querida Anahí, que desde que volvió a la Familia, nos regala un soplo fresco de la pureza de su corazón a varios miembros de la Familia, con pequeñas notas que nos manda, deseándonos, por ejemplo, una linda semana.
Esas pequeñas cosas son las que requieren nuestra atención, pues de esas pequeñas cosas está hecha la Verdadera Vida. La conciencia materna que hemos elegido transitar a partir de ahora se fundamenta en cuidar esos pequeños detalles cotidianos, que no por pequeños, son menos importantes.
Después de haber estado lidiando con el aspecto paternal de la conciencia, durante mucho tiempo, con el expansionismo del que gusta, sin poder quedarme a saborear lo conseguido, ahora, desde que retomé mi Poder Personal Interior, -que os confieso, es tan grande, que ahora he de aprender a como ‘manejarme’ con él, por serme desconocido, y yo a él- he de comenzar a vivir por entero en base a esas pequeñas cosas, que crearán nuevo recuerdos, aquí en la 3D y también en relación a la 5D, en concreto, en relación a Telos.
Después de haber dado el ‘alfombrazo’, como graciosamente llamábamos Igneón y yo a la recuperación de mi Poder Personal, me he quedado con un gran vacío, ¿podéis creerlo? Todo ha cambiado mucho en relación a mi contacto con la Vida, sobre todo de cara a mis seres queridos de 5D. Los que estaban ya no lo están, al menos, durante un buen tiempo, hasta que se acomoden a vivir fundamentados en su propia energía, y puedan volver a tratarme fundamentados en su propio poder personal.
He de aprender a relacionarme de nuevo con mi gente en Telos. Yo sabía que Telos iba a verse muy afectada –para bien, pero en principio es un caos para ellos- por mi ‘alfombrazo’. Sabía que tenía que hacerlo por un acto de amor hacia la Vida, para que nadie en la 5D, y en concreto en Telos, la Ciudad del Amor Viviente, pudiera seguir viviendo una vida lisonjera, como desgraciadamente algunos seguían viviendo gracias a usufructar de mi poder personal, mientras yo no tenía acceso a él, por haberla olvidado.
Mi padre, el Rey Ra, estaba deseando que yo diera ese alfombrazo, para que todo volviera al Orden del Amor con que se creó la Ciudad del Amor, Telos, en sus orígenes.
Nuestra querida Sinlin ha sentido en estos días que había un Monte Sagrado en la Hiperbórea, el Monte Nami, que ella solía frecuentar en su aspecto de Rita, que es como Sinlin se llama allí, en la Hiperbórea (os recuerdo que el tiempo en verdad es circular –aunque esto suponga un desafío para nuestra mente- y Rita y Sinlin, el mismo ser, viven al mismo tiempo en sus respectivos tiempos de conciencia).
La Madre me dijo hace unas semanas, que me aconsejaba volver a visitar mi Comunidad, y toda la Ciudad de Telos, como antaño solía hacerlo (después de que se pasara el temporal con los magos negros, tiempo en el que era muy peligroso proyectarme, porque al hacerlo, podía dejar rastros de mi energía que ellos podían seguir, poniendo en peligro a mis seres queridos en mi Comunidad).
Tiempo atrás, solía visitar diariamente sitios estratégicos en Telos, los cuales cargaba con mi energía de Amor Viviente, para sostener el Orden del Amor en la Ciudad que me vio nacer en la Tierra Interna de 5D (luego dejé de hacerlo, porque tenía que empezar a centrar más mi atención en otros quehaceres).
Ahora, cuando me ubique un poquito a nivel energético, después de todo el desafío que he tenido en estos días, volveré a recorrer Telos, con todo mi Amor, volviendo a llenar con mi energía, los sitios que amo, todos los lugares donde se me recibe con alegría.
Uno de estos sitios es el Poblado de Groenlandia, en cuya cueva sagrada, la Cueva del Oso Blanco, se anclan las más puras energías espirituales para que Telos permanezca en el Orden del Amor.
Curiosamente, ese poblado se trasladó a Telos después de que yo recordara quien era. Mientras tanto, habían estado viviendo en una capa intermedia entre la superficie de la Tierra y la tierra interna. Con mi despertar, se trasladaron a Telos, pero en un enclave de alta montaña, que recuerda mucho a la Tierra Verde –que es lo que significa Groenlandia- en recuerdo de lo que fue Hiperbórea, tierra que se asentó en la actual Groenlandia, nombre que le da nombre a su poblado.
Hoy he sentido claramente –aunque ya lo venía intuyendo en estos días- que el sagrado Poblado de Groenlandia, es el reducto espiritual de la Sagrada Tierra del Eterno Sol, la Hiperbórea (como Telos lo es de Lemuria). Es el poblado que ha guardado la tradición espiritual de aquel reino de esplendor que desapareció –en nuestro cómputo terrestre- de la superficie de la Tierra, al caer esta, por propia decisión y para experimentarla, en la vibración mental. Esa tierra, antes un paraíso tropical, se cubrió de hielos, como ahora está cubierta Groenlandia.
Con mi despertar, el Poblado de Groenlandia volvió a Telos, a la Ciudad del Amor Viviente, donde su princesa heredera, yo, Rowina, estaba haciendo un viaje a la 3D, para dignificarla, como fue al ser creada. Ahora, toda la riqueza espiritual de ese magnífico Poblado, se abre ante nosotros, los verdaderamente mansos, los seres humanos despiertos de la 3D, que, anclados en nuestra conciencia materna, nos abrimos al tesoro de la Vida.
Siento claramente que el Poblado de Groenlandia tiene un monte sagrado al que también llaman Nami, en recuerdo al monte sagrado de la Hiperbórea. Siento que ambos montes están unidos, porque para la conciencia natural, no hay ni nunca hubo separación, a pesar de estar sus ejemplares en diferentes dimensiones.
El monte Nami, nos llama desde la Hiperbórea y también desde el Poblado de Groenlandia. Sinlin ha sido invitada a recorrer el de la Hiperbórea, yo me voy a encargar de hacer lo mismo con el que está en el Poblado de Groenlandia de Telos. Siento que ambos tienen enormes tesoros por descubrir, y mi corazón puro de niña quiere volver a redescubrir, lo que a mi corazón cansado de adulta se le pasó por alto, cuando antaño visitaba ese poblado, al haber estado mi percepción aún demasiado velada.
Ahora se me quitó la venda y seguro que la Vida tiene mucho que ofrecerme. Como siempre he hecho, lo que vaya descubriendo, os lo compartiré con mucho gusto.
Gracias por acompañarme, Familia Arco Iris, en este viaje que se inicia desde la recámara interna de mi corazón.
SINLIN, LA FLOR Y EL MONTE NAMI
La primera vez que lo vi me pereció como una enorme montaña, o un pico, pero luego supe que su nombre era Monte NAMI.
Lo vi a lo lejos, enorme majestuoso y, a sus pies, un valle; luego, al acercarme vi que en ese monte crecía una flor, una flor especial, su aspecto es tal cual el de una margarita, sus pétalos blancos y su centro amarillo, pero esta flor tiene algo especial, sentí su pureza y sentí como si me llamara.
A su alrededor no vi mas flores, solo está ella.
Hoy, después de un día glorioso para la humanidad, tanto para la consciente, como para la inconsciente (la recuperación de la Conciencia del Poder Personal para la 3D, por parte de la encarnación del Amor Viviente), me he acercado de nuevo al monte Nami de la Hiperbórea, y es mi deseo recibir a esta bella flor.
Sinlin: Querida flor, he sentido que me llamas, aquí estoy presta a recibir tu mensaje.
Flor: Hola, Sinlin, gracias por responder a mi llamado. Te hemos convocado y digo, hemos, porque no solo he sido yo, también lo ha hecho Nami (el monte) y es que este monte -con todas las conciencias que lo conforman- ha sido tu lugar favorito en la Hiperbórea. Rita, quien tú eres aquí, disfruta de la belleza de este lugar.
Yo nazco solamente en este monte porque me nutro de su especial vibración. Este monte es sagrado en la Hiperbórea, pues allí puedes fundirte con las diferentes conciencias de todos los reinos. Este monte es como un oasis de los reinos. La exuberancia y la majestuosidad que hay en él, es enorme y tú, al ser la Manifestación de la Vida, en este lugar te fundes con cada conciencia.
Me alegra que hayas respondido a nuestro llamado, somos parte de tu memoria, y nos encanta estar cerca de tu energía.
Sinlin: Muchas gracias por convocarme; he sentido que no eres una flor cualquiera, bueno ninguna lo es, pero hay algo especial en ti, no veo otras como tú, y siento algo fuerte que procede de ti.
Flor: Así es, no soy una flor cualquiera, ninguna de las conciencias de los diferentes reinos que compartimos este monte somos ‘cualquiera’ como tú dices, aunque quiero aclarar que todos somos valiosos, pues toda la Creación de la Madre LO ES; pero en este monte nacen y crecen conciencias muy especiales. Estas conciencias solo crecen en este monte de Hiperbórea.
Nosotros tenemos la facultad de ayudar a la conciencia humana a recuperarse a sí misma, a revitalizarse, y esto se logra visitando nuestro hogar, el monte Nami.
Cada uno de nosotros tiene una característica diferente para aportar, y en conjunto aportamos otra.
Yo, por ejemplo, tengo la facultad de dar paz y equilibrio solo con mirarme, y así, cada uno de nosotros también tiene una cualidad única y especial. La característica del monte Nami es ser muy reconfortante.
Te invito a recorrer nuestro monte, te invito a recordarnos a todos los que aquí habitamos, pues todos estamos muy felices de tenerte de vuelta en conciencia.
Somos un conglomerado de los diferentes reinos que se han unido en este monte para brindar nuestro apoyo al humano, al cual amamos profundamente.
Sinlin: Gracias, mi querida amiga, por tu invitación, la recibo encantada.
Flor: Eres bienvenida al igual que cualquier humano que así lo desee, En este sitio, cada humano que viene, recibe un baño renovador de vida, de frescura.
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Rowina: Siento que no es casualidad que este Monte y lo que ofrece aparezca ahora a la luz de nuestra conciencia. Lo que más necesitamos ahora es revitalizarnos, renovarnos, con la frescura de la Vida que hay en este sagrado monte (después de tantas batallas con el aspecto paternal desviado de la conciencia).
Yo voy a ir a visitarlo, si no el de Hiperbórea (ese se lo dejo a Sinlin), al menos sí su réplica en el Poblado de Groenlandia.
Hoy he visto a mi esposo Kristen (el Jefe Espiritual del Poblado de Groenlandia) al pie de este monte, mirándolo con respeto y reverencia. Le voy a pedir que me acompañe a visitarlo, para iros compartiendo todo lo que él nos proporciona.
